Cuando mi hija me lo contó no di
crédito a sus visiones. Pero, semana a semana, la gente del barrio narraba
cosas parecidas. Solo supimos asignarle un nombre vago y genérico: Objeto
Verbal No Identificado. La señora Eugenia lo describía como un pequeño y
brillante aforismo que cruzó su azotea a las cinco de la tarde mientras tendía
la ropa. Doña Eulalia, que tiene problemas de vista, añadía que simulaba ser,
más bien, un haikú volador, de aliento intenso y reflexivo. El hijo mayor de
don Juan, algo crispado, se negaba a admitir esas versiones y defendía la tesis
de que se trataba, sin lugar a dudas, de un largo ensayo sobre las virtudes del
hambre y la privación material. Mi hija cuenta que a ella se le apareció frente
a la ventana, que osciló con rapidez hasta detenerse y hacerse perfectamente
legible: reconoció, enseguida, las últimas palabras de su abuelo en el
hospital. Yo no he observado nada aún. Aventuro que quizás estemos leyéndonos a
nosotros mismos. Un día no hará falta hablar ya entre nosotros: miraremos al
cielo y todo lo que queramos, y todo lo perdido, estará escrito allí, como en
una inmensa pantalla. Son las tres de la tarde. Salgo al balcón a contemplar.
Daniel Bernal Suárez (1984)
Poeta, narrador, crítico
literario y gestor cultural. Ha cursado estudios de Ciencias Biológicas y
Antropología Social y Cultural. Presidente de la sección de Literatura y Teatro
del Ateneo de La Laguna. Ha recibido, entre otros, los premios de poesía Ciudad
de Tacoronte (2008), Luis Feria (2011) y Pedro García Cabrera
(2013). Ha publicado los poemarios Escolio con fuselaje estival (2011),
Corporeidad (2012), Odiana (2014) y El tiempo de los lémures (2014).
Dirigió la revista
literaria de creación y crítica La Salamandra Ebria. Sus poemas,
microrrelatos y ensayos han aparecido en diversos medios. Su web es: danielbernalsuarez.com
Estupendo texto, muchas felicidades por tu nueva andadura en la minificción. Saludos.
ResponderEliminarYa el solo hecho que Patricia lo elija y publique es garantía de calidad. Pero leerlo es confirmar a la enésima potencia, tal aseveración. FELICIDADES DANIEL.
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