Los hombres inventaron
los dioses y levantaron los templos. Pronto encontraron y perfeccionaron
diversas maneras de adorar a sus dioses, tan diversas que incluso rivalizaban.
Los hombres pelearon entre sí por sus creencias y destruyeron los templos
ajenos con tal saña que, después de la guerra, no quedan hombres ni templos ni
dioses.
Tomado de la revista e-Kuóreo
Comité de dirección: Guillermo Bustamante Zamudio, Harold Kremer, Henry Ficher
Triunfo Arciéngas, página Wikipedia acá
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Doy fe, que esta, y las anteriores minificciones son ciertas, como cierta y creíble es la ficción y no la realidad.
ResponderEliminarUn lector real.