Una noche que no
podía dormir mamá me puso Viaje al centro
de la Tierra debajo de la almohada, y me dijo que si me dormía rápido soñaría
con esas aventuras. Y como aquella noche soñé que descendí hasta el centro de
la Tierra, desde entonces nunca dejé de colocar debajo de mi almohada los
libros, cómics y revisas con los que deseaba soñar. Cuando entré en la
universidad descubrí encantado que el truco también funcionaba con los apuntes,
los vídeos y las fotos de mis compañeras. Así me gradué con honores, gané
dinero y conseguí todo lo que me propuse, hasta esta noche en que mi esposa me
ha amenazado con dejarme si no tiro a la basura mi vieja almohada de cuando era
chico. Al menos he logrado que duerma con ella hasta mañana, para que descubra
por qué me gusta tanto.
No se imagina lo
que he puesto debajo.
Antología digital La brevedad de un escalofrío publicada por la revista
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