Una raza más agresiva
de monos expulsó de los árboles a otra raza más pacífica y conformista. La
Tribu vencida se exilió de la arboleda y fue a instalarse en la llana tierra.
Pero allí el pastizal era alto y tupido, y para verse unos a otros y para observar
el peligro, los monos derrotados tuvieron que aprender a andar erguidos, sobre
dos patas. Y fue así que sin proponérselo, los conquistadores de los árboles,
partiendo del pariente más infeliz, inventaron al Hombre, que se vengaría
conquistando al Mundo.
Del muro de la página de Facebook del escritor Piero De Vicari
Biografía de Mario Halley Mora acá
Tal parece que nada se produce al azar. Los infortunios también tienen validez.
ResponderEliminarSaludos desde Guadalajara de Buga, Colombia.