¿Para qué sirve un fantasma?, ¿a
dónde va todas las noches, que nunca llega?, ¿qué universo de recuerdos esconde
bajo esa manta amarillenta?, ¿quién le hizo tanto daño para que esté
lamentándose por los rincones de la casa?, ¿quién lo encerró en aquel armario
del que siempre intenta escaparse? Ese fantasma. ¿De qué le sirve perseguir a
los que no podemos dormir?, ¿qué tanto hace ahí acurrucado en la bañera?,
¿cuánto paga de renta?, ¿quién le dijo mi nombre para que me llame con tanta
insistencia durante la madrugada?, ¿qué libro busca desesperadamente en mis
estanterías?, ¿tanto es el hastío en el que permanece sumido, que a cierta hora
de la noche tiene que encender la radio?, ¿por qué a su paso deja un halo de
fría melancolía?, ¿por qué desordena los retratos de mis abuelos?
Publicado el 18 de agosto de 2019 en el Diario SUR de
Málaga, España.
Alejandro Barron (Tepic, México). Estudió
Comunicación en su ciudad natal. En 2006 ganó el Premio Estatal de Cuento Indígena
“Tlahuitole”, en su 11ª edición. Entre 2010 y 2018 vivió en la Ciudad de
México, donde publicó las plaquettes de ficciones breves “Patrañas”
(NadaEdiciones, 2015), “Desquiciados” (NadaEdiciones, 2016), “Mozalbetes”
(BUCARELI, 2017) y los libros de narraciones “Pinche Malena” (Morvoz, 2016) y
“Tragedia en cinco actos” (La tinta del silencio, 2018). Sus textos han
figurado en revistas y antologías nacionales e internacionales. Su obra no ha
sido traducida a ningún idioma, aún. Reside actualmente en Donostia-San
Sebastián, País Vasco, donde se encuentra leyendo la obra de José Emilio
Pacheco y Heimito Von Doderer, sin mayores pretensiones.
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