Cuando ella descubrió su
primera cana quiso arrancarla de un tirón, pero como el odioso pelo blanco se
prolongaba, jaló y jaló, mientras su cuerpo se destejía, hasta que sólo quedó
una niña llorando asustada.
De la revista e-Kuóreo
Administran: GUILLERMO BUSTAMANTE ZAMUDIO, HENRY FICHER y HAROLD KREMER
Gustavo Masso, Enciclopedia de la Literatura en México
Gustavo Masso, Enciclopedia de la Literatura en México
AHH BUENISIMO.
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