Me dio las gracias por darle la
libertad y se fue. Después de todo lo que compartimos, lo que vivimos juntos,
los proyectos que hicimos para este momento, tuvo el descaro de irse dejándome
en esta habitación, que también fue nuestra, y llevarse la llave. Me hizo el
cuento del síndrome, la muy astuta y se fue. Y además cobró su rescate.
Tomado de la bitácora Cortitos
Claudia Sánchez, Buenos Aires,
Argentina, 1965. Al finalizar sus estudios en Venezuela y de vuelta en el país,
ingresa al mundo de la publicidad donde trabajó durante 25 años. Apasionada por
la lectura y la observación minuciosa de la realidad cotidiana, disfruta
descubriendo y recreando mundos fantásticos detrás de las palabras. Convencida
de que una frase, al igual que los gestos inconscientes de la gente, expresa
mucho más que lo que dice, escribe minificciones intentando que la realidad
nunca supere a la ficción.
Tarjeta obsequio |
me ha encantado encontrarte Una delicia tus escritos, Dices mucho escribiendo poco Genial
ResponderEliminarabrazos
excelente el final sobresaliente www.senddero.wordpress.com
ResponderEliminarMagnífica jugada que plasmas genialmente.
ResponderEliminarUn saludo
Genial. Mis felicitaciones a la autora.
ResponderEliminar¡Saludos!
Vaya forma de sufrir el síndrome de Estocolmo... Me gustó la "inversión de los papeles", jajaj
ResponderEliminarCariños, M.