Alrededor de
Lorena había niebla, a lo mejor por eso resultaba tan sencillo perderse junto a
ella. Una niebla azul, que le seguía adonde iba, y provocaba a su alrededor
tropezones y accidentes, atropellos mortales, insospechados despistes.
Desde muy
pequeña el aire se condensaba sin remedio en torno a ella. Sobre su cuna se
formaba una ligera neblina que impedía a sus padres verla con claridad. Por ese
motivo, las visitas nunca acertaron a decir si se parecía más a él o a ella.
Alrededor de
Lorena había niebla como alrededor de otras mujeres hay viento, brisa o lluvia.
Sólo a la carrera, bajo un paraguas, se puede llegar hasta ellas.
Tomado del muro de la página de Facebook del escritor RUBÉN GARCÍA GARCÍA
Excelente cuento, muy imaginativo. Saludos a Fernando desde México.
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