Como un vástago arrancado de la cepa me sentí cuando tuve que abandonar mi tronco, mis surcos, el olor a tierra regada, el sabor del tocino, el vino seco de la bota y a mi gente para ir a la guerra.
Mi madre: aroma de heno, silencios amorosos, aljibe de consuelos, troje de recuerdos, tacto rugoso de su lana. Su toquilla.
Mi María: aquel beso en los caños, como brisa del atardecer, suave y tímido, pluma acariciando mis labios; su cuerpo en la era, la cabeza sobre la albarda; el brillo de sus ojos, el cielo en la tierra. Su chal.
Mi Carmencita: queso ahumado con jaras, sabor a pan recién horneado, risas de jilgueros en flor, simiente de esperanzas; acariciar su piel, pasar la mano por la mies. Su mantilla.
La matanza. Cuerpos socarrados abiertos en canal. Barrigas hinchadas. Carne chamuscada. Tripas serpenteantes. Moscas a la sangre coagulada. Chicharras con gritos de espanto. Miradas acres de árboles calcinados. Hedor de cadáveres sazonados con pólvora. Matarifes en retaguardia.
En el rastrojo, entre espigas humanas segadas y con el cielo azul por mortaja, veo tres estrellas de luto: decidles que no me esperen para la vendimia.
Javier Jiménez (Ximens), Talavera de
la Reina, 1953. Licenciado en Informática. Jubilado. Ha publicado relatos en
diversos libros colectivos de las editoriales: La Esfera Cultural, Talleres
Fuentetaja, Cuentos para el andén, Acen, Esta noche te cuento, "De
antología, la logia del microrrelato", de Editorial Talentura. Los últimos
en "Despojos del Rec", de Editorial Bombín Rojo. Colaborador habitual
en la revista «¿Español? Sí, gracias», Ed. Colorful Media, para aprendizaje del
español en Polonia. Algunos de sus microrrelatos han sido traducidos al francés
e incluidos en «Lectures d'Espagne 2, Auteurs espagnols du XXI ͤ Siècle», Ed.
Lectures de'ailleurs / Tradabordo, Universidad de Poiteirs Publica "cosas
que son verdad y no han pasado" en su blog http://ximens-montesdetoledo.blogspot.com.es/
Mi padre contaba pocas cosas de la guerra, pero algunas se me quedaron en la memoria, hace más de cuarenta años, como la descripción del río Ebro teñido de rojo y arrastrando cadáveres. Este microrrelato nace de aquellas historias que normalmente me contaba cuando de noche bajamos de la Sierra de Gredos, después de un día tratando de vender aparejos y productos agrícolas a los campesinos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricia, por traer este micro a tu "Piedra y nido", nombre que sin duda es una metáfora de la mujer, la madre, un lugar donde quedará acunado para siempre.
Ximens: un genio plasmando vivencias, sensaciones pasadas, presentes y futuras, ya conocía este micro y me ha encantado releerlo.
ResponderEliminarAbrazos.
Espectacular, Ximens, y terriblemente doloroso.
ResponderEliminarLo recuerdo perfectamente y vuelve a herirme nuevamente.
Un abrazo para ti, otro para Patricia, siempre generosa.
Hermoso, profundo y poético relato, muy digno de Don Javier.
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