El pan de estos días - Mónica Brasca

Nueve menos cuarto de una gélida noche de mayo. Sonó el timbre. Fui hasta la puerta a recibir con un abrazo a un amigo de la familia que llegaba de viaje. No era Gastón, sino un muchacho de muy mal aspecto que dijo estar vendiendo pan casero. A través del vidrio me enseñó un canasto en el que supuestamente había panes, desafiándome con el gesto de quien empuña un cuchillo. Dentro de mi casa, con llave, me sentí totalmente indefensa ante el rencor de esa mirada. Él sabía cuánto miedo infundían la hora, su cara, sus modos. No le creí, pero fui a buscar dinero. Al volver, le oí decirle a otro:
—Va’ a ve’ que ahora me sale con que no tiene cambio.
Tampoco yo había inspirado su confianza.
Cobardemente le di los cinco pesos, aun temiendo que de la cesta sacara un arma. Pero me dio a elegir entre los pocos panes que todavía le quedaban. Tomé uno cualquiera, sólo me urgía cerrar la ventana.
No hubo caridad ni genuina entrega. Ninguno de los dos salió ganando ni siquiera el alivio de una sonrisa.

Mónica Brasca. Nació en Rafaela, Santa Fe, Argentina, en 1957. Es cuentista y traductora de inglés y portugués. Sus minificciones han obtenido premios e integran antologías nacionales e internacionales. Desde 2012 participa en el taller de minificción Marina de Ficticia, dirigido por el escritor mexicano Alfonso Pedraza. En el período en curso, colabora en la coordinación. Está próximo a salir su primer libro de microrrelatos Lugares vedados y tiene inédito el libro de cuentos El camino de regreso. Actualmente vive en la ciudad de Santa Fe.



1 comentario:

  1. Me gustó,hay tensión en el relato y también ese final sin mala consecuencia nos habla de cuánto nos acostumbramos a prejuzgar al otro .

    ResponderEliminar